You're falling, you're screaming, you're stuck in the same old nightmare.
He's lying, you're crying. There's nothing left to salvage.



viernes, 4 de marzo de 2011

You hate the way your life turned out to be

Vaya, cuanto tiempo. ¿Cómo te va la vida?
La verdad es que no sé por donde empezar. Mis esfuerzos por no hundirme se mezclan con horas delante de un libro y un flexo negro. No me gusta trabajar bajo presión, me da igual que se rinda más, que las cosas salgan bien o que pueda reventar contadores poniéndome las pilas. Me da igual, porque todo tiene un límite. Sí, claro que puedo acostumbrarme a estar de exámenes. Son dos semanas, te dejas la piel, el alma y la vida social en estudiar, pero se acaban. Lo que no puedo hacer es pasarme esas dos semanas y otras tantas no declaradas evitando canciones, mensajes o incluso escuchar música en el móvil porque apareces con tu "Sarita, felicidades, diecisiete ya eh..." Sí, adoro esa grabación. Nadie, nunca, jamás, ni aquí ni en mis sueños me había podido hacer tan feliz con veintisiete segundos. Que sí, que soy tonta. Muy tonta. Tontísima. De esto de estar toda la vida matando tontas y que aun queden. Pues de esas. Pero no puedo dejarle. O dejar lo que tengamos. O la solución entre las soluciones, dejar de hablarle.
Y sí, se que la culpa la tengo yo, pero no de la situacion, de permitir que me afecte. De llorar lo que no está escrito, levantarme por la mañana, maquillaje y una sonrisa. De tortura continua con canciones de esas que dices joder guapo estabas inspirado el día que la hiciste, ya podrías haberte tocado un rato y no andar por ahí apuñalando gente. Pero soy así. No puedo acostumbrarme a que me quieras y luego dejes de hacerlo. Porque igual aparte de tonta soy masoca, pero las cosas se hacen como con las tiritas, o las quitas rápido o duelen más. Y esto está doliendo, hazme caso, incluso más de lo necesario.

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