You're falling, you're screaming, you're stuck in the same old nightmare.
He's lying, you're crying. There's nothing left to salvage.



martes, 30 de noviembre de 2010

We treated the love like a sport

He vuelto, como el turrón por navidad, con las pilas cargadas, ganas de dar mal y sobre todo, ganas de él.
Explicaros dónde he estado sería una cosa complicada, no me he movido de aquí, de Zaragoza, de mi casa, de este portatil, pero simplemente necesitaba alejarme de todo esto. Me encanta escribir, pero los prontos me superan y más con seiscientos kilómetros de por medio. Se que lo escribí, lo dije y me lo prometí a mi misma. "No voy a pillarme, o no, otra vez, y tan lejos no" Qué lista que eres Sara, qué-lista-que-eres.
Adiós a mi fuerza de voluntad, hola a mi yo celosa-acosadora.
En seis días voy a conocerle. No sé cómo le voy a saludar, no sé que le voy a decir, no sé nada. Bueno sí, que no soy lo que se espera. Y mira que se lo he dicho, yo, se lo he dicho. Pero bueno, chicles, cafeína y un viaje que va a ser más largo que la infancia de Heidi.

¿Exámenes? Un show. Primera asignatura que me cae en mi vida, y pocas que vayan a subir del seis. No sé que voy a hacer, asi que de momento me centraré en dos cosas, Asturias y Matemáticas.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Me encanta el sonido de mis tobillos al crujir

Requiem por una carrera musical perdida.
Hoy, día trece de noviembre de dos mil diez, puedo afirmar, con todo lo alto y ancho de mi voz (que no es poco) que canto mal. Pero no mal de "Ay pobrecica, que mal canta" no, mal de "Hostiaputanospagaselotorrinoatodos, perra."
Es un grado entre sonrisa cordial de "Soy tu amiga, no te puedo decir lo mal que lo haces porque aparte de muy mal, sería cruel" y los intentos de nuestra profesora de teatro de "¡Chicas, subid el tono, si no cantais mal...sólo teneis que sacar la voz, sin miedo!".
Miedo el que ha debido pasar la pobre gente oyéndonos. Vale que versionar una canción de Mulán, de por sí, no tiene mucha complicación, pero probad a hacerlo vestida como un saco de patatas mientras te estiran (cariñosamente) de las cintas que aprietan el corsé, y a la vez que sonries con cara de "Hola mamá, papá, prima, tio, vecina del quinto, profesor de química, director, cura de mi colegio, mejor amiga, perras que os reis de mi. Esto es completamente natural, por tanto, vosotros vais a mirarme con cara de aprobación, un asentimiento con la cabeza me basta. Yo, voy a seguir poniendo esta cara de tonta hasta que por fin, consiga sin matarme, pasar a la escena en la que ni siquiera hablo, pero tengo que estar. Fotos, vídeos y postales a la salida. Si quereis que os siga hablando absteneos de comentarios, ya sean alabando mi actuación, en cenas, comidas y/o eventos familiares"

No voy a negar que me hace ilusión la idea de volver a actuar, nervios, prisas y para qué esconderlo, el pelo más largo. Escasa e inapreciablemente más largo, pero lo está. Se que las cosas han cambiado y sinceramente, no pretendo que vuelvan a ser como antes. Paso de tonteo, paso de cosquillas, paso de ti. Somos amigos. Estricta, casta y pura amistad. Tú por tu lado, yo por el mio, y Asthi en el de todos.
¿Os he dicho alguna vez lo que quiero a mi mejor amiga?
Se que ningun campo magnético te impide leer esto, asi que escuchame. Te quiero, mucho. Se que odias que te lo diga, también mis abrazos y mis carantoñas, pero lo siento, porque vas a tener que aguantarlos mucho tiempo, al menos hasta que Asturias y Barcelona estén al lado de Zaragoza, que entonces me plantearía dividir mi amor. Eres grande, la más grande de todas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Que el miedo me haga dudar si ocurrió de verdad

Carta al pequeño unicornio rosa que se esconde en mi tercer cajón:
Se que estás ahí, no me preguntes por qué pero siempre lo he sabido. Llámalo corazonada, llámalo agarrarse a un clavo ardiendo. Te preguntarás por qué te escribo a ti, y la respuesta es fácil. Creo en ti, creo en la posibilidad de que un día te hagas de mi tamaño y me lleves a pasear por el campo, pero no un paseo de "vamos a dar una vuelta" no, un paseo en condiciones. Uno comparable al tiempo que tardaban Oliver y Benji en cruzar medio campo.
Se me están acabando las ganas de muchas cosas. Estoy cansada, harta, hasta los cojones. Que si me rio no significa que esté bien, que hay risas amargas, risas que duelen y risas que te parten en dos, pero ries, que a fin de cuentas parece ser lo importante.
Decir que no sé lo que me pasa sería mentir, posiblemente más correcto, incluso más amable por mi parte, pero a fin de cuentas sería mentir. Me siento como la persona más jodidamente egoísta del planeta tierra. Ella está bien  y hacía mucho que no lo estaba, puede que nunca lo hubiese estado tanto. Entonces aparezco yo con mi "Pero si no pasa nada, que yo estoy genial" para intentar salvar el mundo, y lo único que puedo decir es que lo siento, porque se que tarde o temprano la voy a cagar,  y no te lo mereces.
Enserio, si estás ahí manifiéstate, necesito un unicornio, un milagro, una puta oportunidad.

Lo siento, Sara está apagada o fuera de cobertura, no doy para más.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Little dress, maybe less, so conspicuous

Siempre me he preguntado por qué todos los horóscopos acaban bien.
"Hoy los astros se alinearan para que tú, capricornio, alivies tus problemas"
Si yo hiciera un horóscopo sería algo como "Querido capricornio, hoy te van a dar por el culo, pero no te preocupes, a otro millón quinientas treinta y un mil personas más les va a pasar lo mismo"
Seamos realistas joder. No existen los principes azules que te rescatan a lomos de un caballo blanco, porque aparte de cursi ¿Cómo podría un caballo campar a sus anchas por Zaragoza, siendo (datos exactos) la ciudad con más semáforos del mundo? Dentro de poco tendremos que caminar jugando al monopoly. "Te cambio la estación del norte si me dejas pasar al actur. Bueno vale, pero a las siete tengo que estar en las delicias, así que me devuelves la calle Alfonso"
Tampoco creo en el karma, los chicles de fresa ni los posos del café. La imposibilidad supera con creces a la improbabilidad, aunque ilusos de nosotros nos agarremos a un clavo ardiendo. El destino existe, sólo que no se dónde se esconde. "Oye tú, me gustaría decirte una cosa. No sé dónde has estado durante mis dieciseis años de vida, pero eres un cabrón. ¿Qué te he hecho? ¿Es por aquellas navidades que escribi a los Reyes Magos y a ti no? No te preocupes, ¡Que si me das tu tuenti yo te agrego!"

Ultimamente me pregunto que desayunan los conductores de los autobuses, de esta mi ciudad. Por si alguien no se hace una idea todavía de lo que es subir a uno en hora punta, os hago una recreación:

Sujeto 1 (oséase yo) ve alejarse el 29 entre la penumbra, se prepara, se sujeta los pantalones, coge carrerilla.
Autobús que se acerca, frena, se le ven las intenciones.
Sujeto 1 ve como se abren las puertas, si tiene suerte podrá coger asita a la que agarrarse, respira hondo, sabe que no va a respirar mucho en todo el trayecto.
Sujeto 2 (algo tipo señora-toca-cojones-que-te-mira-te-mira-te-sigue-mirando-mientras-comenta-por-lo-bajo-que-una-mochila-ocupa-tanto-como-una-persona) desde su privilegiado lugar observa al sujeto 1 pasarlas putas intentando abrirse camino entre la multitud, rie, en el fondo coge el autobús una hora antes de lo que debería para poder recrearse en el sufrimiento ajeno.
Sujeto 1 ( con suerte sujeto 3, y con mucha sujeto 4 también) prodecen a bajar del vehículo, deberían plantearse dedicarse al baile, por menos le dió nombre Sambito a una canción.

No sé por qué soy así, no tengo claro que ves en mi, ni que le faltó ver a él, pero soy como soy, y me gusta.
Me encanta.
"Hola, soy Sara"