You're falling, you're screaming, you're stuck in the same old nightmare.
He's lying, you're crying. There's nothing left to salvage.



miércoles, 29 de septiembre de 2010

Hemos sobrevivido, aunque no sé bien a qué.

Estoy harta del mítico "Lucha por tus sueños". Que sí, que yo puedo luchar pero hay otras 9 personas que van a hacer exactamente lo mismo. Si quieres puedes, todo es ponerse, tú eres lista. Estar en ciencias no significa ser un robot, enserio. Estoy más que agobiada de oir una y otra vez, tres horas de estudio diarias. Luchar por un sueño con dieciseis años es como pedirle a alguien que decida el color de su traje de bodas sin tener todavía novio. Se que quiero estudiar medicina y se por qué quiero hacerlo, pero también se que la raíz de dos es infinita y no por ello propongo un suicidio colectivo. ¿Y terapia ocupacional? Desde que la desagradable señorita del cepyme tiró por tierra mis esperanzas de un futuro a lo hospital central he considerado la posibilidad de juntar mi nombre a esas dos palabras.
 Gracias a pin y pon quedan dos años y por ahora lo único que tengo que decidir es como mandarte a la mierda. ¿Cómo puede ser que tú seas tan jodidamente estúpido y que yo este tan ciega? Te echo de menos, a tí, a tus estupideces, tus bromas, tu forma de picarme tan adorablemente. ¿Qué habeis hecho con él y por qué no me lo devolveis? Cabrones.

martes, 28 de septiembre de 2010

Nunca digas nunca, pero nada es para siempre

Érase una vez una niña muy chiquitita. Tan chiquitita que podía jugar al escondite entre las fichas del parchís y bailar con el alfíl negro. Era tan, tan chiquitita que podía dormir tapándose con una gasa en una cama de algodón. Era tan sumamente chiquitita que incluso las palabas le venían grandes. Un día, se encerró con llave e inventó un alfabeto paralelo al del resto del mundo. Decidió que sólo ella podría usarlo y que nunca lo compartiría con nadie.
Escribía con números (combinaciones del 1 al 27, para ser exactos), hablaba en restas, soñaba en sumas, podría decirse que vivía en una ecuación. Una ecuación igualada a cero, o quizás no,  porque nunca había probado a pasar al otro lado. Pensaba que podría incomodar al cero con sus estúpidas preguntas. ¿Cómo te vas a quejar de algo a un cero? Puede que por eso nunca hubiese cruzado ni llamado a su puerta. Pero ese día había algo distinto. El cielo seguía siendo azul, la gente igual de falsa y superficial, incluso su planeta seguía dando vueltas alrededor de la misma estrella socarrante.
Pero no, no era eso. Alguien le miraba, por primera vez desde que se convirtió en aquella niña chiquitita, alguien se estaba fijando en ella. Y pasaron días, semanas, incluso meses, en los que la minúscula niña se empeñó en entenderse con aquel ser de enormes incisivos. A decir verdad, olvidó por completo por qué se había convertido en aquella cosita de tamaño reducido, un par de palabras bonitas, varios apelativos cariñosos y todo lo que había reunido en su diminuta cabeza desapareció. Él pasó a ocupar la gran mayoría de ese espacio y por tanto de su tiempo. Cuánto más pensaba en él más grande se hacía, y llegó el día en el que la pequeña niña volvió a ser normal. Dejó de ser chiquitita y de llamar su atención. Olvidó como ser especial, para terminar siendo rara. Dejó de gustarle. ¿Lo peor de todo? Ya le había enseñado a usar su alfabeto.
Pequeña bocazas.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Pon carita de pena que ya sabes que haré todo lo que tú quieras

Ya no veo fuegos artificiales, un día oi petardos sí, pero esque eran carnavales.

No hay nada más reconfortante que probarse ropa. Ropa ancha, ropa enorme con la que dormir se convierta en un juego, ropa blanca, ropa negra, ropa que sobra en tantos momentos. Me he ido sola a comprar, no es la primera vez que lo hago y aunque pueda parecer aburrido realmente no lo es. Elegir por mi misma, morderme las uñas, escribir para no pensar y pensar en qué escribir. Corto las etiquetas de todas y cada una de las prendas que compro, da igual si no me las llego a poner o las desgasto de tanto usarlas, las abandono en un cajón, las presto, las pierdo o las rompo. Las rayas, el negro y el azul. Blanco nunca sobra, marrón siempre falta. Ni naranja ni rojo ni amarillo,y menos juntos. Las x con las l,  las s de vuelta a su percha, y esperar, esperar  y esperar. Probadores, cajas, un sms que te diga que tú eres su princesa. Llego a las asitas del bus, me dejo las brazos y a poco los dientes todos los días a las siete y medía en cualquier veintinueve a reventar, pero llego. Me da que eso es lo único que puedo celebrar hoy. La vida no es justa, pero siempre me quedarán mis camisetas y mi entrada número cien.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Improvisemos un guión definitivo que no tengamos más remedio que olvidar

Creo que nunca me iría a vivir al polo. ¿A cual de los dos? A ninguno. No hay internet, ni tuenti. Quizá una semana, !Hola! ¿Qué tal? Nada aquí a ver si saco al pingüino a dar una vuelta. Yo con mi iglú, yo jodida de frío, yo cubito de hielo.

Extraña, calurosa y oficialmente se ha acabado el verano. He de decir que me alegro, no verano, no calor, sí frío. Simple, sencillo. Tanto como que hoy es veintitrés de septiembre. Supongo que para la gran mayoría de vosotros será sólo un jueves más, la víspera de una buena noche, un viaje o simplemente una siesta. Y supongo también que para mí debería ser así, aunque ni va a serlo ni quiero que lo sea. No puedo celebrar nada, tampoco me sobran los motivos para quejarme. No hay tarta, pero si cumpleaños. Podría explayarme con todos los motivos que me llevan a nombrarle aquí, día tras día, o bueno, los lunes, miércoles y viernes de las terceras semanas de cada mes, incluyendo santos y veintinueves de febrero, pero creo que sería hacerme más cansina y repetitiva de lo que ya soy. Así que como él no lo va a leer, y ella no se lo va a contar. Felicidades pequeño.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Written in the stars

Señoras que se creen con obra y poder de controlar las paradas, subidas, bajadas e incluso transbordos de los autobuses. He de deciros que lo que llevo a la espalda se llama mochila, pesa y no la llevo porque me haga juego con los ojos. Si me agarro a una barra es porque con tres kilos de más la estabilidad brilla por su ausencia y las asitas que cuelgan del techo están altas, demasiado. Así que agradecería y aconsejaría que si quereis un viaje de placer os vayais con el inserso, que para mí tampoco es agradable notar como cuatro pares de ojos repasan de un lado a otro mi anatomía mientras yo intento conservar el equilibrio.

Dicho esto y en un intento de canalizar mi ira y ser más feliz que una perdiz...

Siento haber estado desaparecida todos estos días. Los profesores aconsejan una media diaria de estudio de tres horas. Súmale otra hora de deberes, una más si eres un ser vivo que se nutre y se ducha y una media hora si pretendes rendir en algo. Vale, por pronto que te pongas a estudiar se te hacen las diez. Pero no hay que olvidar que el ser humano es un ser social. Tenemos que relacionarnos, y a la vez el tuenti es un invento diabólico.
"En mis tiempos no había móvil, ibas a casa de Juanito, y si no estaba te ibas por donde habías venido"
Me parece genial que promovais el ejercicio físico, pero ir de aquí a la otra punta del país, por ganas que le echeis, es forzar. Asi que cuando inventeis una forma de alargar el día, como mínimo, a veintinueve horas, permitais que mi tocaya controle el mundo y pueda mover a su voluntad las ciudades, entonces yo os prometo que estudiaré las tres horas reglamentarias.

21 5 18 22 9 5 19 16.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Paper bags and plastic hearts

I used to be love drunk, but now i'm hungover. Love you forever.

He descubierto límites insospechados de mi persona. Soy más paranoica y estúpida, si aún cabe. Me rayo como la que más y posiblemente pierda el tiempo en tonterías inproductivas. Me gusta pasar el tiempo mirando a las musarañas y vivir con la posibilidad de encontrar un universo paralelo. ¿Quién nos puede asegurar que no tenemos un segundo yo al lado? Puede que esté sentado a tu lado en el autobús, duerma debajo de tu cama o sea él quien elija inconscientemente la ropa que te pones cada mañana. Posiblemente mi otro yo sea un optimista empedernido, feliz cual perdiz y poseedor de todas las manías que yo desconozco. Puede que sea el responsable de los escalofríos, la piel de gallina y los suspiros inaudibles. Tiene su puntito malvado, me deja comerme la cabeza y cuando todo pasa, se encarga de recordarme lo tonta que soy por ello.
No sé dónde estás mi pequeña mitad, pero te pienso encontrar. Y para aquel entonces seré yo la que elija tu ropa entre mis sábanas y tus suspiros como mi despertador.

lunes, 13 de septiembre de 2010

And listen to the thunder

¿Qué pasa, te has dado cuenta de cómo soy en realidad, no? Bueno, era cuestión de tiempo que te dieras cuenta de que no soy la niña delgadita que te creías. Que sí, que te lo dejé caer, pero no las pillas hijo, que se le va a hacer. Yo me he tragado como una tonta que te gustaba y tú, tú simplemente has visto algo que no hay. O bueno, más bien al revés, has perdido un par de curvas por el camino. Enserio, junta a tus dos amiguitas, que igual hasta te haces una idea de como soy. Ale, a vivir la vida que son dos días.

No hay nada más tonto que un virus en un tarro

Me encanta tener la última palabra,sin embargo, no soporto ser la última en escribir antes de que una converscación se quede muerta; tampoco decir adiós a un adiós.

Siempre se ha dicho que lo poco gusta y lo mucho cansa. Pues bien, creo que he pasado el límite de lo poco y me he convertido en un bastante. Bastante pesada. Dunno.

Tengo sueño, los mosquitos me acribillan y quedan todavía cuatro eternos días para poder dormir más de siete horas. Además, necesito verla, saber que después de mis enormes estúpideces sigue ahí y voy a poder darle el coñazo como a la que más. Necesito viernes. Bueno, necesito muchas cosas, y a muchas personas. Aunque supongo que ya tengo una edad para empezar a aceptar que hay cosas imposibles, días interminables y distancias insalvables.
Ecuaciones que nunca resolveré y sitios que no voy a pisar o al menos no de su mano.

LLamadme supersticiosa pero prefiero llamarlo destino, putada suena muy explícito.

domingo, 12 de septiembre de 2010

The smell of you in every single dream I dream


Me parece que estoy empezando a espantar a la mayoría de mis seguidores.

Con esto de empezar el instituto las pocas musas que me acompañaban han decidido dividirse entre física y tomar apuntes. Mi mano se resiente de la velocidad a la que se creen que podemos escribir. Hola, soy Sara, no un robot. Agradecería que tuvieseis en cuenta que aunque vosotros podais hablar tan rápido yo no puedo copiar a la vez. ¿Pierdo palabras sabeis?
Y empiezo a temer ser la única que entienda mi letra. Al menos nos dejan escribir en negro. Siempre me ha gustado escribir en negro. El azul con el rojo me parece antiestético, enserio. ¿Copiar los enunciados en rojo y contestarlos en azul? No pega, de verdad, y aunque lo intenteis, es misión imposible, igual que borrar el boli que se borra. Porque nunca se borra, solo deja manchas. Manchas ilegibles que intentan que cuelen por un borrado mágico.

El día que se demuestre seré feliz, hasta entonces. ¡Feliz santo Saras!
Sí, hoy es mi santo, y creo que es la segunda vez en dieciseis años que alguien se acuerda. Así que nada, si hay alguna Sara por estas tierras (aparte de la lerda de mi tocaya) muchas felicidades (:


PD. ¿Seguís vivos? ¡Necesito vuestros comentarios!

sábado, 11 de septiembre de 2010

A veces tengo que hacer de tripas corazón, a veces tengo que huir porque no puedo más

Poco es el tiempo que consideran tus padres que vas a pasar en casa de sus amigos aburriéndote.
Poco es lo que has bebido si te preguntan la mañana siguiente.
Poco es lo que te fijas en el chico de la camiseta blanca, los ojos marrones y la pulsera abrochada en el tercer agujerito.

Y podría seguir poniendo pocos. Es más pensaba hacerlo. Pero no. Y os preguntareis, ¿Por qué? Porque me toca los cojones, poco. Pero me los toca. Venga hombre fiesta.
Abrazo a ella, abrazo a mí.
Iconito a ella, iconito a mí.
Le comes la boca a ella, AH VAYA, A MÍ NO.

Vale, después de mi ataque de psicópata celosa, con dos tíos (y mis respectivas amigas) distintos, vuelvo a mi cauce. Mañana hablamos. Sed felices, que la vida es corta y los accidentes por las escaleras muy peligrosos.

viernes, 10 de septiembre de 2010

La misma ropa de ayer será el pijama de hoy

Más contenta que chupita.
Esto no es un intento de entrada optimista.
En realidad dudo que exista el optimismo. Inocentes ilusiones. Ilusos. Ya lo dijo Murphy, si algo puede salir mal, saldrá mal.
Algo solo existe si nosotros pensamos que existe. ¿Entonces la realidad es una imaginación?
Primera clase de filosofía. Las cosas van mejor, con mesas a lo física o química, de dos en dos, y aunque la gente ni se menee durante las clases, pero mejor. Por eso soy tan negativa. Puede parecer una chorrada, pero si tú te mentalizas para lo peor, y pasa, de lo malo lo mejor, ya te habías hecho a la idea. Sin embargo, si pasa algo bueno, subidón. Es simple, idiota, pero simple.
Así que, con canciones antiguas he llegado al fin de semana. Lo necesitaba. Levantarse a las seis y media es algo que aún tengo que asimilar.
Un día de estos os pondré alguna de las canciones que marcaron época, nunca viene mal recordar buenos tiempos.

Ah ah ah, apunte informativo y para el resto de la humanidad que no tiene de novio a Adri. A partir de ahora nadie se pone tontuca-perraca. Toash gochas, ¿Queda claro? :)


-Y yo, ¿qué soy para ti?
+¿Tú? La ilusión de por las mañanas y la diversión de por las noches.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Ya no duele, porque al fin ya te encontré

Me dan ganas de gritarle al mundo que te quiero, y que me pasaría mirando tu sofá negro toda la noche. Pero el mundo no te conoce, al menos no mi mundo. ¿Y sabes una cosa? Me da igual, de perdidos al río. Y del río a tu lado.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tocarte sin las manos, esconderme sin querer detrás de unos ojos cerrados

Chicas de infarto, inseguridad y un vacío en el estómago que no se llena con comida. Más o menos así se resume mi medio primer día en el nuevo instituto. Estoy ligeramente acojonada. Si de por sí soy una persona insegura, me dirás tú que hago yo entre tanta chica de revista, enserio, yo así no rindo.
Llevo toda la tarde intentando calmarme y sólo he conseguido unas profundas ganas de vomitar.
Me pongo nerviosa y me duele la tripa. Es el ciclo de mi vida. La mayor parte de mis recuerdos están asociados con nervios, buenos y malos, pero siempre he estado atacada. El día de la comunión, la primera y todas y cada una de las veces que me he subido a un escenario para actuar, las madrugadas que he pasado de fiesta, incluso la primera vez que le puse la cam.
No sé que me pasa, pero vivo con el nudo en la garganta. Estoy mandando a la mierda algo que me importa tanto que no se como parar esto.
Os echo tanto de menos.

Necesito tocarte, estar contigo joder, aunque sea oir tu voz. Respira Sara, respira...

domingo, 5 de septiembre de 2010

Ale, buenas noches

Casi la una de la mañana, y sí, solo me conecto para deciros esto.
Estoy hasta los mismísimos cojones.
Amo a bocachancla y o botón-y-cremallera.
He recibido un sms de parte del novio de mi amiga, porque la susodicha alegaba no tener espacio suficiente para tantos insultos. Te quiero Sara.
Y sí, me gusta, me putee o no. Me gusta. Y si hacer lo que él quiere significa estar feliz, lo voy a hacer. ¿Sabes por qué? Porque como ya estoy cansada de gilipollas a la cara, me he buscado uno bien lejos.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Ese silencio que me desvive, me dice cosas que son tan claras

Mi nuevo instituto parece un palacio renacentista. Digno de videoclip, enserio eh.
Todos los que pasamos desde el antiguo coincidimos en que es claustrofóbico. Rejas, rejas, rejas y verde. ¿Verde? ¿Pero como pueden pintar de verde? Vale que en Cristo Rey siempre ha habido cosas verdes. Canastas verdes, árboles verdes, manzanas verdes. El tipo de verde que te hace sentirte como en casa. Verde acogedor, verde humano, verde cielo. Pero no este verde. Acojona. Es como si entras a un hospital y ves las paredes pintadas de verde pistacho. Cosa mala.
Aparte, mis libros pesan quintales, he perdido historia y he ganado algo conocido como "cmc", que bien podría ser "coñazo, muy coñazo" pero que por desgracia se conoce como ciencias para el mundo contemporáneo. Hasta educación física tiene libro, bueno, apuntes. Aunque todo sea dicho, lo prefiero a dar brincos. Yo con los pies en la tierra, no vaya a ser que me lo crea.


-Pues nada, dos besos, en las mejillas.
+Dejemoslo en la boca, ni para tí ni para mí.
-Mm vale, pero besos inocentes.
+En la boca la verdad que nunca vi inocencia...
-¡Pues te la imaginas!


No sé cómo, pero me ganas día a día. Aunque a veces seas tan borde,en el fondo hace que me encantes todavía más.

jueves, 2 de septiembre de 2010

I can't stop missing you

Opinaba que los mensajes de texto de móvil contenían mucha verdad en pocos caracteres. La gente se esmeraba en contar sus sentimientos sin que el coste fuera excesivo. La concisión de los sentimientos.
Ella guardaba muchos de los que recibía. Jamás los transcribía, jamás los pasaba a otros formatos. Creía que entonces perdían su magia.
Guardaba mensajes de más de diez años de antigüedad. Me decía que en ellos había dolor extremo, pasión sincera y puro sexo.
Los sms, según ella, eran el acrónimo de "sexo más sexo". Me contaba que todo el mundo tenía guardado en su móvil algún mensaje sexual.
Y que a veces sólo la persona que lo había recibido sabía que lo era; cualquier otro que lo leyese no lo descubriría. Ya que para ello debías conocer la hora a la que lo había recibido, el hecho que se había producido anteriormente y su intensidad.
Ella decía que los mensajes fantásticos eran el epílogo perfecto a una gran quedada. Cuántas veces sabes que tras una buena cita o quedada, al marcharte, a los pocos minutos de separarte de la otra persona recibirás un sms confirmando tu percepción de los momentos compartidos. A veces es más importante el mensaje que la propia quedada.
Yo también guardaba un mensaje en mi móvil desde hace tiempo, uno muy sexual, de esos que, como decía mi madre, nadie se lo imaginaría. Tan sólo decía "¿Vienes?"


Pues eso, que me basta con un sms para alegrarme la tarde, y más si es tuyo. Enserio, de lo tonto que eres me encantas.