You're falling, you're screaming, you're stuck in the same old nightmare.
He's lying, you're crying. There's nothing left to salvage.



domingo, 27 de enero de 2013

Extasis.

Apuntaron en algún lugar las veces que debía caerse antes de aprender a levantarse. Las veces que tenía que tragarse la saliva para no ahogarse entre te echo de menos que ocupaban más espacio del que le queda cuando abre la boca y se sonríe a contraluz. Y sin embargo, después de tanto, nadie sabe que le ronda la cabeza entre sus brazos. Puede que se pierda entre espinas que no cortan ya de día, pero rajan su asencia si se va. Y se cae. A pedazos. Para guardarla en un cajón con todas las cosas que no usa y necesita. Puede, que quien pensara en caerse ni siquiera hubiese resbalado. Y viviera, con miedo, de pinchar su nube tan cercana al éxtasis. Por eso, en las noches de niebla, las luces de neón le hacen de estrellas, y no se preocupa en levantarse. Tumbada en la hierba también le amanece.

lunes, 12 de marzo de 2012

Hello, my angel


Casi tres meses después estoy aquí de vuelta.
Se que han pasado muchas cosas, quizás más de las que deberían, y que no puedo ni quiero contarlas todas. Se que he dejado de escribir. Por necesidad, por gusto. Puede que por miedo a expresar más de lo que quiero decirme a mi misma y por consiguiente, al microclima que se digna en leer mis creaciones.

No sé cuándo, ni por qué, decidí cambiar de vida, sólo se que no lo he conseguido. O igual sí. Puede que todo haya cambiado, tanto, que ni yo pueda distinguir que ha pasado algo. Puede, y sucede también, que las cosas ocurran irremediablemente, queramos o no, y nos impulsen con ellas al más jodido de los dolores.

Creedme si os digo que ya no hablo de echar de menos, sino de echar de más. Ser sólo una x y preguntarte que pasaría si faltaras tú. Seo. Porque sexo sin la x no es nada. ¿Entiendes?

Da igual lo que pase, cómo y por qué pase, sólo se que la luna seguirá siendo la misma para ambos.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead


Estoy harta de que la gente se pase mis sentimientos por el forro. El hecho de que penseis que soy sólo un cuerpo, revienta. No entiendo como sin gustarme a mi, puede hacerlo a vosotros. Y hablo en plural, porque los disgustos nunca vienen solos.
Debería aprender a cerrar la boca, o por lo menos a no abrir el corazón.
Sé que fue todo precioso, y lo sé porque desde hace cinco meses no he dejado de soñar con ello. Un año. Un jodido año desde que conocí al chico más importante de mi vida. desde que por casualidad, y más tontería que otra cosa, me enamoré de él.
Comentarios sobre la distancia que te abren, te rompen y salen como si nada. Supongo que lo superaría si no tuviera recaídas cada día festivo.
Supongo, también, que centrarme en él es tontería. Os aseguro que no lo hago, o por lo menos, lo intento. Por no fallarme a mi msima, y en cierta medida (desconozco cuál) por no fallar a alguien que me importa más de lo que pensaba.
Segundas partes nunca fueron buenas. Lo sé, sería la tercera.
Estoy harta de que me traten como moneda de cambio. Lo siento, si quieres comprar algo, primero entra en la tienda, no rompas los cristales.
¿Y quereis saber qué? A ninguno de los dos le importo. Duele. Dramaticamente uno más que otro. Extremistamente, por saber que acabaríamos muertos. Ahogados por orgullo, y sobre todo, por mi profunda gilipollez. POr buscar en uno lo que no encontré en el primero, y lo que presumiblemente, le falta a él también.
Segundas partes nunca fueron buenas y esta historia empieza a sonarme bastante.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

She's dressed to kill, the TV's on, he's connected to the sound



Sexo no es sólo acostarse con alguien. Sexo es todo lo que pasa por tu cabeza cuando le miras. Sexo son los autobuses, los hospitales. Sexo es pensar que te mueres por estar con él. Sexo es lo primero que piensas al despertarte, cada parpadeo que inviertes mirando sus fotos. Sexo es, siendo sinceros, todo aquello que te callas. La ropa puesta, quitada, las llamadas a las tantas. Eso es sexo. Sexo de lejos, de cerca, sexo de ganas. Porque sexo es tu espalda. Sexo es hacerlo con muchos y soñarlo con uno. Sexo es acostarte llorando. Es compartir cama y querer abrazarle, y que el tiempo se pare, y nunca, nadie, te diga que no es sexo. Sexo son ellos, son ellas, son los que se quieren más allá de una palabra. Sexo es darse cuenta de que lo único que tienes de mayor es saber contar sus pecas. Sexo, queridos, es todo aquello a lo que le falta tiempo y le sobra luz. Sexo, en definitiva, eres tú.

jueves, 6 de octubre de 2011

Rozo con belcro tu piel de terciopelo y todo sigue su camino hasta que lo estropeo


Sé que cuesta escribir cuando las cosas van mal, y sin embargo, es la única forma en la que lo hago para mí. No creo en las coincidencias, la verdad es que no creo en casi nada y cada vez en menos gente, pero hoy no es un día normal. Las cosas se superan cuando aprendes a reirte de ellas, sí, pero nadie ve llorar por dentro. Ya no hablo de tiempo,  puede que ni de distancia, hablo de mi, hablo de él. Hablo de que soy un cría, casi dieciocho años y lo único que puedo hacer es agarrarme a un peluche y pensar. Pensar que las cosas podrían ser diferentes, pero no lo son. Destino, putada o decisión ajena a mi, llámalo como quieras, pero ha venido para hacerme madurar por vía rápida. Claro, las cosas han cambiado, y sí, para mí también. Lo tengo asumido, muy asumido, más incluso de lo que pensaba conseguir, pero tengo sentimientos. Puede que nadie lo entienda, porque nadie lo hace, y que en todo este tiempo haya tenido que aguantar más de una cara de reproche. Falsa comprensión, no cuela. Me alegro de que seais felices, de que yo tenga que verlo todos los días y tragármelo. ¿La saliva se acaba? Todos tenemos un límite, lo único que nos diferencia es que vosotras teneis alguien con quien compartirlo y yo tengo la sonrisa. Las ganas de decir que no quiero, pero que puedo. Que lo más fácil para no hacerse daño no es levantarse, es quedarse en el suelo, porque si lo miras con perspectiva, hay poca gente que pueda caer más bajo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Art never comes from happiness


Podría apostar a que ninguno de vosotros me habeis echado de menos. Supongo que queda poco de la chica que empezó este blog. La niña del iPod azul que peleaba consigo misma en un intento desesperado por crecer sin tener que quitar los peluches de su cama. Ni tan niña ni tan azul, lo poco que queda de ella sigue aquí.
Después de un par de meses todo vuelve, no sé si a la normalidad pero a algo parecido a la rutina. No puedo compensar tanto tiempo de ausencia porque tampoco tengo una razón para ello, asi que me limitaré a decir que estoy viva. Respiro, me alimento, me relaciono y me repoduz..DIN DIN DIN, PROBLEM. El documento que usted busca no se encuentra disponible, para más información siempre le quedarán las películas de final dulce. Sí, esas que todos vemos esperando que al final se casen.
Este verano he dejado de creer en muchas cosas. En buenas, malas o poliédricas decisiones. Tome lo que tome, va a llevar hielo.
Sé que dejé de escribir pero he vuelto. Y esta vez vuelvo para quedarme. Ahora escribo para mí.

lunes, 18 de julio de 2011

I said 'Nothing is gonna be alright, but thank you anyway'


Lágrimas de cristal buscan nueva casa. Cansadas de recorrer mejillas surcadas.
Demasiadas emociones en un tiempo relativamente corto. Heridas de guerra, un órgano menos y la obligación moral de tener nietos para no privar al mundo de tu historia. Me gustan mis grapas, las once, que acabaran presumiblemente en forma de cicatrices. En plural, y para más inri, a lo largo de mi tripa. Lo sé, todos estais pensando "Sara, qué guay eres, con diecisiete años y una operación de yaya" Siempre he sido muy madura para mi edad.
Supongo que os debo una explicación equiparable a mi mes de ausencia, pues bien, aquí va. Chica sobrevive a exámenes finales. Chica aprueba primero de bachiller con una nota media suficiente como para compensar las miradas de odio de los cosmopolitas universitarios encerrados en bibliotecas. Chica, más concretamente yo, hace sus maletas y se va. Lejos, muy lejos, no tanto como para perder la cobertura pero si lo suficiente como para no volver con cosas de más. Chica quiere chico, chico quiere chica, chico y chica viven felices una semana. Chica vuelve a su ciudad, chico olvida chica, chica lo escribe todo en su blog. Como viaje diré que resultó muy rentable. Más morena, más delgada y considerablemente realizada. Qué bien sienta el campo y más en buena compañía.
Espero que no os hayais olvidado de mi. Vuelvo con ganas, vuelvo soltera y en próximos capítulos discutiremos lo de si vuelvo entera.