You're falling, you're screaming, you're stuck in the same old nightmare.
He's lying, you're crying. There's nothing left to salvage.



jueves, 6 de octubre de 2011

Rozo con belcro tu piel de terciopelo y todo sigue su camino hasta que lo estropeo


Sé que cuesta escribir cuando las cosas van mal, y sin embargo, es la única forma en la que lo hago para mí. No creo en las coincidencias, la verdad es que no creo en casi nada y cada vez en menos gente, pero hoy no es un día normal. Las cosas se superan cuando aprendes a reirte de ellas, sí, pero nadie ve llorar por dentro. Ya no hablo de tiempo,  puede que ni de distancia, hablo de mi, hablo de él. Hablo de que soy un cría, casi dieciocho años y lo único que puedo hacer es agarrarme a un peluche y pensar. Pensar que las cosas podrían ser diferentes, pero no lo son. Destino, putada o decisión ajena a mi, llámalo como quieras, pero ha venido para hacerme madurar por vía rápida. Claro, las cosas han cambiado, y sí, para mí también. Lo tengo asumido, muy asumido, más incluso de lo que pensaba conseguir, pero tengo sentimientos. Puede que nadie lo entienda, porque nadie lo hace, y que en todo este tiempo haya tenido que aguantar más de una cara de reproche. Falsa comprensión, no cuela. Me alegro de que seais felices, de que yo tenga que verlo todos los días y tragármelo. ¿La saliva se acaba? Todos tenemos un límite, lo único que nos diferencia es que vosotras teneis alguien con quien compartirlo y yo tengo la sonrisa. Las ganas de decir que no quiero, pero que puedo. Que lo más fácil para no hacerse daño no es levantarse, es quedarse en el suelo, porque si lo miras con perspectiva, hay poca gente que pueda caer más bajo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Art never comes from happiness


Podría apostar a que ninguno de vosotros me habeis echado de menos. Supongo que queda poco de la chica que empezó este blog. La niña del iPod azul que peleaba consigo misma en un intento desesperado por crecer sin tener que quitar los peluches de su cama. Ni tan niña ni tan azul, lo poco que queda de ella sigue aquí.
Después de un par de meses todo vuelve, no sé si a la normalidad pero a algo parecido a la rutina. No puedo compensar tanto tiempo de ausencia porque tampoco tengo una razón para ello, asi que me limitaré a decir que estoy viva. Respiro, me alimento, me relaciono y me repoduz..DIN DIN DIN, PROBLEM. El documento que usted busca no se encuentra disponible, para más información siempre le quedarán las películas de final dulce. Sí, esas que todos vemos esperando que al final se casen.
Este verano he dejado de creer en muchas cosas. En buenas, malas o poliédricas decisiones. Tome lo que tome, va a llevar hielo.
Sé que dejé de escribir pero he vuelto. Y esta vez vuelvo para quedarme. Ahora escribo para mí.

lunes, 18 de julio de 2011

I said 'Nothing is gonna be alright, but thank you anyway'


Lágrimas de cristal buscan nueva casa. Cansadas de recorrer mejillas surcadas.
Demasiadas emociones en un tiempo relativamente corto. Heridas de guerra, un órgano menos y la obligación moral de tener nietos para no privar al mundo de tu historia. Me gustan mis grapas, las once, que acabaran presumiblemente en forma de cicatrices. En plural, y para más inri, a lo largo de mi tripa. Lo sé, todos estais pensando "Sara, qué guay eres, con diecisiete años y una operación de yaya" Siempre he sido muy madura para mi edad.
Supongo que os debo una explicación equiparable a mi mes de ausencia, pues bien, aquí va. Chica sobrevive a exámenes finales. Chica aprueba primero de bachiller con una nota media suficiente como para compensar las miradas de odio de los cosmopolitas universitarios encerrados en bibliotecas. Chica, más concretamente yo, hace sus maletas y se va. Lejos, muy lejos, no tanto como para perder la cobertura pero si lo suficiente como para no volver con cosas de más. Chica quiere chico, chico quiere chica, chico y chica viven felices una semana. Chica vuelve a su ciudad, chico olvida chica, chica lo escribe todo en su blog. Como viaje diré que resultó muy rentable. Más morena, más delgada y considerablemente realizada. Qué bien sienta el campo y más en buena compañía.
Espero que no os hayais olvidado de mi. Vuelvo con ganas, vuelvo soltera y en próximos capítulos discutiremos lo de si vuelvo entera.

domingo, 12 de junio de 2011

No es pereza, es saber que saldrá mal con certeza

Supongo que os extrañaría ver a una persona insegura siendo cruel. Parece que la tendencia a etiquetar a la gente se expande rápido, exactamente durante los cinco segundos que tardas en decidir en qué grupo meter a cada quién. Los que van a sufrir y los que por el contrario, van a ser recibidos con las piernas abiertas. Por eso todos aprendemos a ser algo, con mucha suerte y en pocos casos, a ser alguien. Las zorra entre las zorras, las de la camiseta verde o ellas. Muchas veces me pregunto si os creeis que estar gorda conlleva la inmunidad. Que las risas, las miradas y los insultos van a llegar, chocar y rebotar entre la grasa, perderse en ella y no volver a salir. Sonreir, girarte y pensar en las múltiples formas en las que nuestra redonda anatomía podría acabar con tu cara de gilipollas. Pues bien, así creasteis la inseguridad. Controlar hasta la forma de caminar y asumir que las risas no son contigo. Que vas a pasarlo mal y que si te haces daño en gran parte va a ser tu culpa. Tu culpa por mirarte al espejo y ver lo que ves, por no cambiar nada y por permitir que te influya. Bien, somos así. Soy así. Ni la primera ni la última que se da asco, aunque igual de las pocas que aprendió a convertirlo en crueldad. Esa que te permite reirte de ti misma, la que te deja hundirte cuando quieres. Pero sobre todo, la que te enseñó que si las palabras hacían daño tu podías llegar a ser muy mala. Y desde entonces lo soy.

viernes, 13 de mayo de 2011

Life has a funny, funny way of helping you out


Me lloran los ojos, alergia.
Hace un par de semanas descubrí que soy intolerante, así a ojo alzado,a la gran y casi absoluta mayoría de cosas que le apetecería comer a una persona normal. Eso sí, de verdura me puedo poner hasta arriba. Y de no ser porque ya lo hago con los permanentes, me colocaría con espinacas.
Poco más de un mes de clase y poco menos de tres semanas de exámenes.
"Aquí, en España, todos compartimos cama" Las ideas macabras acerca de mi americano rondan cabezas ajenas a la mia. Typical spanish.
Y yo, me debato entre derivadas, química y galletitas de centeno.
Supongo que el problema no eres tú, y en este caso tampoco tuyo. Después de meses, de "Mamá, o nos vamos de vacaciones o me pillo un bus y me voy yo sola, te recuerdo que en medio año cumplo los dieciocho, y entonces no podrás decirme nada" y de "¿Pero y si vas y no te quiere ver?" he conseguido lo que yo quería. Viaje financiado, cortesía de mis padres. ¿Y?Puede que cuatro, cinco, igual con suerte la semana. Días de hotel, días de todo lo que he soñado, imaginado y si me apuras, suplicado. Supongo que sí, que quiero verte, que me muero por verte, acabar de una vez lo que dejamos a medias, y como no, de volver a Zaragoza con la certeza de que todo depende de mi. Puede que eso último sea lo que más me apetece. Darme cuenta, otra vez, de que los papeles están claros. Tú hundes las cosas, yo las saco a flote. Ni estamos, ni somos, ni tenemos nada. Una bonita amistad, de las de toda la vida. "Chica quiere chico, chico quiere tir..realizar el acto coital con chica" Y sí, voy a ir. Voy a ir, te voy a ver, y te voy a querer por los siete meses anteriores. Voy a ir, y no sólo por ti. Por ella, por mi petarda, mi asturiana.
La distancia jode las relaciones sí, pero no las de amistad.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Poliédricamente en huelga


"Houston, Houston, tenemos un problema"
Y bien, el problema soy yo. Mis ganas se han ido debilitando progresivamente hasta tal punto que me dedico a vagar por la casa cual alma en pena. Me cuesta reconocer que no lo he superado. Bueno, me cuestan muchas cosas, pero a efectos prácticos, es la más relevante. Pensar que a falta de cuarenta y ocho horas está ese número, ahí, quieto, esperando que alguien le sonroje con una proposición obscena, o en mi caso, esperando que me de cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Cinco meses, así, por las buenas. Cinco meses que empezaron con un "Oh, podemos con esto, te quiero mi vida (y como nota informativa, a ti y a los 600 km que nos separan)" y de los que a día de hoy sólo quedan cenizas. De las que nunca queman,sí, pero de las que tampoco dejan que se apague la hoguera. Supongo que esto es un intento de simil entre unos palos ardiendo y lo que algun día llame mio, asi que, ¿Soplo?
Me fastidia, no, muchísimo mejor, me revienta, me exaspera, me pone farolillos dónde no debería si me apuras, el hecho de que en ciento cincuenta días (que así a la alza vienen siendo, chán chán, cinco meses) no haya oido la musiquita satánica de mi despertador sin pensar en ti. Sin pensar en tus perdidas, en tus sms y en la forma en la que te estrujaría, achucharía y haría el amor cada seis de la mañana de mi lozana juventud.
Sin pensar, por ello, en lo irónico que resultan esas hipótesis cuando la única motivación que encuentras para levantarte es tener que verle la cara a una panda de hipócritas. ¿Cómo va tu relación a distancia? Espera. ¿Relación? ¿Distancia? Por favor, elige una y formula tu petición.
Y sobre todo, pensar que como poco me quedan otros dos meses para verte. Eso sí, después de un viajecito de ocho horas. Soy tan fan de todo.

domingo, 24 de abril de 2011

DC-9V

"Alguien ha tocado su fibra sensible, por favor, reinicie el sistema. Cuente hasta trescientos cinquenta y cuatro lento, muy lento. Inspire, espire. Mantenga la calma, estamos aquí para ayudarle. Recuerde, todo está en su cabeza; nadie puede hacerle daño si usted no lo permite. Los seres inanimados, las zorras y demás gente que le intenta juzgar serán eliminados por nuestros servicios. Queremos ayudarle, las veinticuatro horas"
Me pregunto quién tiene qué aceptarme. Quién se supone que es el elegido para decidir lo que yo tengo que ser, cómo me tengo que vestir o la música que debería escuchar para poder entrar a ciertos bares. ¿Tú? ¿Una nube de algodón rosa con gafas sin cristales, que por cincuenta pesetas, me pregunte nombres de grupos que griten? Pues me parece que no. Me parece que me dan absolutamente igual los criterios que se supone que debería seguir para ser tan chachi como todos vosotros. Me dan igual las reglas no escritas que tendría que acatar para considerarme superior, toda la mierda que tendría que soportar para ser, o mejor, para no ser lo que se supone que soy. ¿Y? ¿Nos estamos volviendo locos? Porque creo que me perdí el día en el que se decidió que para ser alguien tenías que ser una única cosa. Escuchar un sólo tipo de música, vestir de una sola forma, y encima, para que suene bonito, relacionarte única y excluvisamente con gente que comparta tus gustos. Elegir con qué cantantes meterte y a cuales seguir, conocer y admirar en cantidades industriales. (En cualquier otro caso acoso, en este ser super fan) Porque si tuviera que elegir una sola cosa, te aseguro que sería oxígeno, y no una bonita etiqueta que me identifique.
Si visto de ancho o de negro soy una oscura. Si me pongo algo ajustado soy una zorra (aparte de una niña naranja. De esas que cuesta menos saltarla que rodearla). Si escucho música en español una wanna be choni, y si es en inglés la que pasa de su idioma. Bien, a partir de ahora escucharé música en alemán.
Porque sinceramente, si todo lo que tengo que sacrificar para ser alguien va desde no poder escuchar una sevillana a tener que entender gritos descomunales, prefiero no ser nadie, o por lo menos, nadie a quien vayais a entender nunca.