You're falling, you're screaming, you're stuck in the same old nightmare.
He's lying, you're crying. There's nothing left to salvage.



martes, 28 de septiembre de 2010

Nunca digas nunca, pero nada es para siempre

Érase una vez una niña muy chiquitita. Tan chiquitita que podía jugar al escondite entre las fichas del parchís y bailar con el alfíl negro. Era tan, tan chiquitita que podía dormir tapándose con una gasa en una cama de algodón. Era tan sumamente chiquitita que incluso las palabas le venían grandes. Un día, se encerró con llave e inventó un alfabeto paralelo al del resto del mundo. Decidió que sólo ella podría usarlo y que nunca lo compartiría con nadie.
Escribía con números (combinaciones del 1 al 27, para ser exactos), hablaba en restas, soñaba en sumas, podría decirse que vivía en una ecuación. Una ecuación igualada a cero, o quizás no,  porque nunca había probado a pasar al otro lado. Pensaba que podría incomodar al cero con sus estúpidas preguntas. ¿Cómo te vas a quejar de algo a un cero? Puede que por eso nunca hubiese cruzado ni llamado a su puerta. Pero ese día había algo distinto. El cielo seguía siendo azul, la gente igual de falsa y superficial, incluso su planeta seguía dando vueltas alrededor de la misma estrella socarrante.
Pero no, no era eso. Alguien le miraba, por primera vez desde que se convirtió en aquella niña chiquitita, alguien se estaba fijando en ella. Y pasaron días, semanas, incluso meses, en los que la minúscula niña se empeñó en entenderse con aquel ser de enormes incisivos. A decir verdad, olvidó por completo por qué se había convertido en aquella cosita de tamaño reducido, un par de palabras bonitas, varios apelativos cariñosos y todo lo que había reunido en su diminuta cabeza desapareció. Él pasó a ocupar la gran mayoría de ese espacio y por tanto de su tiempo. Cuánto más pensaba en él más grande se hacía, y llegó el día en el que la pequeña niña volvió a ser normal. Dejó de ser chiquitita y de llamar su atención. Olvidó como ser especial, para terminar siendo rara. Dejó de gustarle. ¿Lo peor de todo? Ya le había enseñado a usar su alfabeto.
Pequeña bocazas.

3 comentarios:

  1. uuauuhh me gusta, me quedo con esta frase "hablaba en restas, soñaba en sumas, podría decirse que vivía en una ecuación" es genial!:)
    y no, de mi nueva entrada...ni una palabra a Bugs!:D
    muá

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  2. Me encanta eso de: Olvidó cómo ser especial para terminar siendo rara.

    Felicidades por tan genial entrada !

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  3. Genial, genial !!!
    Hay varias frases con las que me han gustado, bueno, mejor el texto entero :) jaja

    Un besote

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