Siempre se ha dicho que lo poco gusta y lo mucho cansa. Pues bien, creo que he pasado el límite de lo poco y me he convertido en un bastante. Bastante pesada. Dunno.
Tengo sueño, los mosquitos me acribillan y quedan todavía cuatro eternos días para poder dormir más de siete horas. Además, necesito verla, saber que después de mis enormes estúpideces sigue ahí y voy a poder darle el coñazo como a la que más. Necesito viernes. Bueno, necesito muchas cosas, y a muchas personas. Aunque supongo que ya tengo una edad para empezar a aceptar que hay cosas imposibles, días interminables y distancias insalvables.
Ecuaciones que nunca resolveré y sitios que no voy a pisar o al menos no de su mano.
LLamadme supersticiosa pero prefiero llamarlo destino, putada suena muy explícito.
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